Abstract: Teoría que explica el subdesarrollo como consecuencia de un nivel de anomia social que genera una corrupción generalizada, la cual impide que las instituciones del Estado funcionen y, en consecuencia, que el Estado exista. La situación de anomia social surge como consecuencia de la ausencia de actitudes positivas hacia el cumplimiento del deber y esta ausencia de actitudes se debe a su vez a que los valores de la sociedad no están instalados en la psiquis de los individuos. La no funcionalidad de las instituciones gubernamentales genera la inexistencia del Estado. La inexistencia del Estado no permite la formación del mercado de competencia y, por consiguiente, no permite el desarrollo económico.
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Apéndice A
ASPECTOS PSICOLÓGICOS DEL SUBDESARROLLO
Resumen del libro
Hacia una Reformulación de la Psicología Contemporánea: La Teoría de los Senergicones
Walter H. Bruckman
Editorial Trilas, Mexico 1995
Bloque de Avanzada Popular (BAPO)
7 de febrero de 2005
Derechos Reservados © enero 2005 W. H. Bruckman
Indice
El Papel de las Actitudes en el Desarrollo Económico. 27
¿Cómo funcionan las Actitudes?. 27
¿Cómo los Valores Regulan la Conducta?. 28
¿Cómo se Instalan los Valores?. 29
La Desinstalación Sistemática de los valores en los Países del Tercer Mundo. 30
El Papel de las Actitudes en el Desarrollo Económico
- gran parte del subdesarrollo XE "subdesarrollo" económico de los pueblos tiene su origen en causas que no son estrictamente de naturaleza económica, sino más bien psico-sociológicas, específicamente las actitudes. La teoría de los senergicones presenta un modelo que explica cómo funcionan las actitudes y cómo éstas determinan la conducta. Existe la percepción generalizada de que las actitudes positivas hacia el cumplimiento de los valores éticos son el resultado del mejoramiento en el nivel de vida. Las experiencias en los países europeos y latinoamericanos dicen otra cosa. Las actitudes en los países desarrollados no son meramente consecuencias accesorias del desarrollo económico alcanzado, sino que, al revés, juegan un papel fundamental en el nivel de desarrollo alcanzado. Es decir, el bienestar económico no trae, no es la causa de las actitudes correctas, como se suele creer, sino que éstas son la causa del bienestar económico.
- idea no es nueva. Como se sabe, el sociólogo alemán Max Weber (1864-1920) presentó esta tesis en su obra "La ética del protestantismo y el espíritu del capitalismo". Más recientemente otros autores han presentado tesis análogas, como por ejemplo, Lawrence. E. Harrison en sus obras "Who Prosper: How Cultural Values Shape Economic and Political Success" Harper Collins Publishers,1992 y "Under-Development is a State of Mind" The Center for International Affairs, Harvard University and Madison Books, 1985. No obstante, nunca se ha presentado, de forma satisfactoria, un modelo que explique las relaciones de causa y efecto entre los valores de que habla Weber o Harrison, los estados emotivos o anímicos y la conducta del individuo, como componentes de las actitudes y la motivación y que, además, sea empíricamente verificable. “La Teoría de los Senergicones” pretende hacer precisamente eso.
¿Cómo funcionan las Actitudes?
Como ya se ha señalado el problema XE "problema" del subdesarrollo XE "subdesarrollo" es el problema del estado de anomia XE "anomía" social que impera en el sistema económico. El estado de anomia social, cuando es elevado no permite el cumplimiento de las leyes y los reglamentos que regulan la existencia del sistema económico imperante. Es decir, la forma en que la sociedad se organiza para producir (sistema económico) requiere reglas de cuya observación depende la existencia de esa forma de organización económica. Algunas de esas reglas están escritas y se les llama leyes, reglamentos de las instituciones, órdenes, etc.. Algunas de esas reglas no están escritas y se les llama actitudes, costumbres, hábitos, normas, etc.. Las actitudes, costumbres, hábitos son el resultado conductual de la reacción de un individuo ante un objeto (concreto o abstracto) como consecuencia de la presencia de un valor evocado por el objeto. Si el individuo tiene valores instalados sobre un objeto, la presencia de ese objeto valorizado producirá una emoción, lo que a su vez genera una actitud ante el objeto. Por ejemplo, el objeto abstracto honestidad produce la emoción vergüenza cuando se viola el valor y se actúa deshonestamente. Produce la emoción ira o coraje cuando el que viola el valor es otra persona. El cumplimiento de este segundo tipo de regla, que se haya contenida en lo que se llama una actitud tricotómica, requiere, no solamente la enseñanza de los valores, sino de la inculcación (instalación) de los mismos en la psiquis de los individuos, de manera que puedan responder a ellos emocionalmente y generar una actitud de no actuar deshonestamente debido a que le producirá vergüenza, desagrado, ansiedad o de impedir que otros actúen deshonestamente debido a que le producirá ira, coraje, rechazo. Mientras más apego tenga la sociedad a los valores básicos y fundamentales de su cultura, menor será el grado de anomia social en esa sociedad. Es decir, menor será el grado de corrupción XE "corrupción" en esa sociedad, menor el nivel de impunidad ante la ley, etc..
El cumplimiento del primer tipo de reglas, es decir, el cumplimiento de las leyes y reglamentos institucionales, requiere de la aplicación invariable de castigos, penalidades, multas, etc. ante la violación de dichas leyes y reglamentaciones.
No obstante, el que una sociedad tenga la capacidad de aplicar sus leyes y reglamentaciones institucionales requiere la previa instalación en la psiquis de los individuos de los valores básicos y fundamentales de su cultura que hacen posible la existencia de actitudes ante la vida. Estas actitudes son las que llevan a los funcionarios gubernamentales (policías, fiscales, jueces, oficiales de custodia, etc.) a cumplir con su deber. El funcionario gubernamental que tenga el valor instalado en su psiquis de que ser deshonesto es malo, sentirá la emoción vergüenza ante su violación o ira, si es otro el que viola el valor, y reaccionará con una actitud de rechazo. Cuando los individuos reaccionan de manera emocional ante la violación de los valores honestidad, ser justo, ser equitativo, dejarse sobornar, etc., se generan actitudes en contra de la violación de dichos valores. Mientras mayor es el grado de apego de una sociedad a los valores de su cultura, más fuerte son sus actitudes y, por consiguiente, mayor será el grado del cumplimiento de sus leyes y reglamentos institucionales entre la población. Los países desarrollados se caracterizan porque el aparato de justicia criminal ópera en un grado considerablemente mayor que el de los países subdesarrollados. Esto se debe a que el apego de los miembros de esas sociedades a los valores básicos de sus culturas es suficientemente alto como para lograr que el aparato de justicia criminal fusione. En consecuencia, mientras en los países subdesarrollados la policía no funciona y la impunidad es casi total debido a la corrupción XE "corrupción" , en los países desarrollados el grado de funcionamiento de la policía es mucho mayor. Mientras en los países subdesarrollados los tribunales, si bien funcionan un poco mejor que la policía, su grado de funcionamiento se puede decir que es muy deficiente y la impunidad es rampante, en los países desarrollados el grado de funcionamiento de los tribunales es mucho mayor. Mientras en los países subdesarrollados el sistema penitenciario no funciona, saliendo libre el que tiene para comprar a los carceleros, en los países desarrollados es muy difícil, no solamente que alguien pueda salir de la cárcel, sino incluso de poder escapar. Tal es el grado de corrupción e impunidad en los países subdesarrollados que, como ya se ha señalado, el terror más grande de los que son acusados por delitos es el de ser deportados a un país desarrollado para ser juzgados en los tribunales de allá.
¿Cómo los Valores Regulan la Conducta?
La forma en que los valores regulan la conducta de los seres humanos es un aspecto bastante impreciso en la teoría sociológica. En La Teoría de los Senergicones, anteriormente citada, se explica la forma en que los valores regulan la conducta. Aunque este no es el sitio para disertar sobre el tema, se tratará de ofrecer una explicación breve.
Un valor se define como la clasificación de un objeto concreto (por ejemplo, una persona que comete un delito) o abstracto (por ejemplo, la honestidad) en términos de dos categorías posibles, bueno o malo, positivo o negativo.
La valorización la puede hacer la sociedad o el propio individuo. El individuo aprende un valor por el simple medio de adquirir conocimiento de ello. Pero este simple hecho no implica que el individuo tenga el valor según la concepción general de lo que tener valores significa en el lenguaje común. Por tener valores se entiende comúnmente el actuar en función de ellos. Ese actuar en función de los valores (actitudes) no es voluntario ni racional u objetivo, como se podría creer, sino involuntario e irracional o subjetivo, en el sentido de que los individuos se ven compelidos como por fuerzas o estados anímicos internos (emociones, sentimientos o estados afectivos) que los obligan a actuar en función de los valores que se tienen (actitudes). La determinación del valor por el individuo o la sociedad, en su origen, puede provenir de un acto racional de observación o de reflexión sobre la observación que al llevarlo a establecer una relación de causa y efecto lo conduce a valorizar el objeto negativa o positivamente. No obstante, una vez establecido el valor e instalado en la psiquis del individuo deja de ser un elemento racional de orientación de la conducta y se convierte en un elemento automático (actitud) que orienta la conducta sobre la base de la activación de estados emocionales y afectivos y, por lo tanto, se convierte en un elemento irracional o subjetivo de la conducta.
Vemos, pues, que hay una diferencia abismal entre conocer los valores y tener valores. El individuo que tiene valores va más allá del simple hecho de aprender los valores, es decir, aprender la forma en que los objetos son valorizados en términos de malo o bueno. El individuo que tiene valores se diferencia del que no los tiene o del que los conoce, en términos de ser prisionero de ellos, o de los estados anímicos que estos le producen, y en términos de no ser libre de actuar en contra de ellos (actitud). Así, pues, un policía que tiene instalado en su psiquis los valores abstractos de ser honesto y ser justo, le resultará difícil dejar ir a un prisionero a cambio de dinero pues sentirá la emoción vergüenza, ansiedad, desagrado, autoestima baja. Por la misma razón no permitirá que otro oficial lo haga, pues sentirá ira, coraje ansiedad. Lo mismo ocurrirá con el fiscal XE "fiscal" , el juez, el oficial de custodia en las cárceles, etc.. Un policía que no tiene instalado en su psiquis estos valores no sentirá vergüenza de aceptar soborno, así como ningún otro estado emocional negativo o desagradable. El sabe que aceptar soborno, ser deshonesto y ser injusto con la víctima del delincuente es malo, pero al no tener instalado el valor en su psiquis, no reaccionará emocionalmente ante su violación. Tampoco sentirá ira si ve que otro oficial acepta el soborno.
Debemos diferenciar, pues, entre el individuo que tiene valores y el que conoce los valores. Todo individuo miembro de una sociedad conoce los valores, pues la sociedad, a través del proceso de socialización, se encarga de enseñarle lo que considera malo y lo que considera bueno. No obstante, no todo el mundo en la sociedad tiene valores y, más importante aún, no todo el mundo tiene el mismo conjunto de valores. Sólo el proceso de socialización que comienza en la niñez y la juventud a través de los grupos primarios, especialmente los padres, los amigos, el maestro, el sacerdote o ministro, etc. y que continúa en la adultez a través de las instituciones que definen el aparato de justicia criminal (policía, tribunales, sistema carcelario, etc.) y el cual va más allá de la simple comunicación (pues envuelve coacción) es capaz de inculcar los valores hasta que quedan instalados en la psiquis del individuo. Es entonces que los valores, debidamente instalados, tienen la capacidad de producir emociones y estados afectivos, y es entonces que podemos decir que el individuo tiene valores. La violación del valor producirá vergüenza, desagrado, sentimiento de culpabilidad y el cumplimiento del valor producirá orgullo, agrado, regocijo.
El individuo que tiene valores se encuentra, pues, con respecto a ellos, dentro de una cárcel anímica invisible. Es una cárcel pues no es libre de hacer lo que quiera. Está impedido, incapacitado de actuar de determinadas formas. Las emociones y estados afectivos desagradables le impiden hacer o actuar contrario a la forma en que ha sido programado anímicamente (actitud). Por otro lado, las emociones y estados afectivos agradables le incitarán a actuar de determinadas formas. Los policías, fiscales, jueces, y oficiales de custodia que son extraídos de una población con valores, tenderán a tener valores instalados en su psiquis en la misma proporción en que se hayan instalados en la población. En consecuencia, el sistema de justicia criminal funcionará en la medida en que la población tenga valores instalados en su psiquis.
¿Cómo se Instalan los Valores?
Lo anterior explica sucintamente qué son los valores y cómo éstos determinan la conducta en los seres humanos. Queda todavía la pregunta ¿cómo se instalan los valores en la psiquis del ser humano? Nuevamente entramos en territorios poco firme.
La forma en que se instalan los valores es algo que también no está claramente establecido en las teorías sociológicas y psicológicas. Si bien se insinúan algunas respuestas, no se hace en forma explícita. El antropólogo norteamericano Ralph Linton en su clásico libro "Cultura y Personalidad" Fondo de Cultura Económica, México 1967, Págs. 117-120., establece:
- nuestros fines, valor es todo elemento, común a una serie de situaciones, que es capaz de suscitar en el individuo una respuesta encubierta, y actitud es la respuesta encubierta suscitada por dicho elemento. …………………………………………………El valor y la actitud juntos forman una configuración de estímulo-respuesta que denominaremos sistema de valor-actitud. Una vez alojados en el individuo, estos sistemas actúan automáticamente y, en su mayor parte, por debajo del plano consciente. …………………………………………
- importancia funcional de los sistemas de valor-actitud radica fundamentalmente en su contenido emotivo. La conducta que no esté de acuerdo con el sistema del individuo provoca respuestas de temor, cólera, o por lo menos de desaprobación, ya se trate de su propia conducta o de la de los demás. Si un sujeto ejecuta un acto contrario a algunos de sus propios sistemas de valor-actitud ya implantados en él experimentará un gran trastorno emotivo tanto antes como después, y en la mayoría de los casos tendrá esa misma reacción aún cuando sepa que la acción no merece castigo. Esta perturbación disminuirá al repetirse el acto, pero reaparecerá con toda nueva situación que implique el sistema en cuestión. Igualmente, los actos de otros que sean contrarios a algunos de estos sistemas provocarán respuestas emotivas, aunque no amenacen al individuo. ……………………
…………………………………………………..
- significativo que muchos de los sistemas de valor-actitud que comparten y trasmiten los miembros de las sociedades, sean más importantes para el bienestar de la comunidad que para el del individuo. …………….El individuo acepta esos sistemas deseables, pero desventajosos desde el punto de vista personal, como resultado de las recompensas sociales que provienen de la incorporación a las pautas específicas de la conducta manifiesta. ….. La meta de obtener respuestas favorables de quienes nos rodean va unida a todos y cada uno de los objetivos más inmediatos y específicos del individuo, y ninguna pauta de conducta será totalmente afortunada y recompensadora si no sirve para lograr ambos.
Cómo se puede apreciar Linton parece sugerir que los valores controlan la conducta de una manera automática a través de los estados emocionales que provocan su violación. Además sugiere que el individuo incorpora estos valores debido al sistema de castigos y recompensas para los que actúan en contra de los valores o a favor de los valores. Parece coincidir con Merton en que rechazar o castigar al que viola las normas y darle reconocimiento y aceptación al que las cumple, tiene el efecto de instalar valores. Estamos de acuerdo con esta apreciación, pero le añadimos que el rechazo o la aprobación tiene que provenir de personas o grupos que sean significativos para el individuo. Es decir, aquellas personas o grupos que el individuo respete o admire y del cual desee su aprobación. Enfatizamos que dichas personas o grupos significativos son los padres, maestros líderes religiosos, amigos y compañeros de trabajo. La pregunta que surge es: cómo se puede instalar valores en la psiquis de los individuos cuando no podemos ni tenemos la potestad para ordenarle a los padres, a los sacerdotes, a los amigos del individuo, que rechacen la conducta del individuo que no actúa en función de los valores y le den reconocimiento a los que actúan en función de los valores. En ausencia de esa potestad hay que recurrir a las instituciones del sistema de justicia criminal para castigar a que viola las normas o valores sociales especificados en las leyes del país. El aparato de justicia criminal se constituye en el garante de los valores sociales expresados a través de las leyes. No obstante, para que esto sea así y el aparato de justicia criminal asuma esa responsabilidad de instalar valores, los individuos en el sistema de justicia criminal tienen que tener valores instalados en su psiquis. Para que esto sea así los individuos en el sistema de justicia criminal tienen que ser extraídos de una población que tenga valores instalados. Pero precisamente el problema XE "problema" de los países subdesarrollados es que los individuos, por razones que no se conocen a ciencia cierta, se les ha privado de ese proceso educativo, por consiguiente, los individuos en el sistema de justicia criminal no tienen estos valores instalados en su psiquis y se dejan sobornar. En consecuencia, nos encontramos en un círculo vicioso o callejón sin salida. ¿Por qué ocurre esto? Veamos.
La Desinstalación Sistemática de los valores en los Países del Tercer Mundo
No se sabe lo que causa la desinstalación de valores en los países subdesarrollados o lo que evita su instalación, pero podemos adelantar algunas hipótesis. Hemos señalado que los policías, fiscales, jueces y oficiales de custodia tendrán valores instalados en la misma proporción en que estén instalados en la población de donde son seleccionados. Pero en los países subdesarrollados la corrupción XE "corrupción" ha castigado a través de los años al que actúa en función de los valores. Su proceso educativo ha sido en la dirección opuesta al de los valores de la sociedad. Como vimos en la primera sección de este apéndice "Aspectos Económicos del Subdesarrollo", el empresario que actúa con honestidad y paga sus contribuciones es castigado severamente por el sistema que los saca de la competencia. Lo mismo ocurre con el empresario que no se roba la electricidad o los impuestos al consumo. El individuo que en los cuerpos policiales o carcelarios no acepta soborno recibe el rechazo de sus demás compañeros de labor y de sus superiores. El fiscal XE "fiscal" o juez que no acepta soborno es asesinado sin que el sistema haga nada por revindicar esas muertes. En el mejor de los casos tiene que vivir bajo constante amenaza, lo que resulta en un castigo emocional muy fuerte. El ciudadano que no se roba la electricidad es castigado teniendo que pagar por los que sí se la roban, con tarifas cada ves más altas y con multas y penalidades cuando se atrasa. El ciudadano que no se aprovecha de una oportunidad para robarle a otro es calificado de tonto y recibe la burla de sus amigos. Por consiguiente, por décadas el sistema ha estado desinstalando los valores básicos de la cultura en la población a base de castigar la conducta honesta y premiar o recompensar la deshonesta. En consecuencia, no se puede esperar que el sistema de justicia criminal funcione cuando los funcionarios son extraídos de una población a la que sistemáticamente a través de muchas décadas se le ha estado desinstalando los valores básicos de su cultura. Habría que volver a empezar a instalar estos valores en la población. Pero la única herramienta con que se cuenta para ello a nivel gubernamental es el aparato de justicia criminal. Cómo se puede ver se trata de un círculo vicioso del cual no parece haber escape.
El subrayado es provisto.
Ralph Linton y Robert K. Merton ofrecen algunas hipótesis al respecto señalando que se debe a la falta del rechazo social para el que delinque. Sobre este particular ver cita de Linton en este apéndice y de Merton en el Apéndice C.
Derechos Reservados © enero 2005 W. H. Bruckman
Secciones de este
documento:Teoría Desarrollo Eco. Apéndices: A B C D
Las personas interesadas en obtener copia de la teoría pueden hacer click aquí.
Para comunicarse :
E-mail webmaster@walter-bruckman.com
El desarrollo económico depende de dos aspectos fundamentales: un factor psico-social que tiene que ver con el desarrollo y formación de las actitudes en las personas y, en específico, las actitudes que propician el desarrollo económico y un factor económico que tiene que ver con la relación entre los elementos que forman el sistema de mercado. Los aspectos psicosociales determinan entre el 30 al 40 porciento del desarrollo económico y los aspectos económicos el restante 60 a 70 porciento. Los aspectos psicosociales se discuten en el libro "Hacia una Reformulación de la Psicología Contemporánea: la Teoría de los senergicones" publicada por la editorial Trillas y los aspectos económicos se discuten en la presente obra.
1. NECESIDAD DE UNA IDEOLOGÍA CIENTÍFICA COMO ALTERNATIVA AL NEOLIBERALISMO
2. Resumen de la Teoría de la Distribución Optima del Ingreso
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